Cuatro preguntas para no sentirte engañado al contratar un producto financiero

Contratar un producto financiero es un momento sensible para cualquier economía personal. El final, a través de los productos financieros movilizamos nuestros recursos y, sobre todo cuando se trata de productos de inversión o ahorro, confiamos el resultado de nuestro esfuerzo e ingresos.

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No hay normas universales que permitan acertar siempre a la hora de contratar productos, pero, si hay una serie de reglas que deberíamos observar o, mejor aún, preguntas que hacernos antes de contratar cualquier tipo de producto financiero.

¿Este producto financiero es para mí?

Esta es una pregunta realmente importante. No todo el mundo está preparado del mismo modo para asumir los retos que algunos productos financieros presentan. No será lo mismo, por ejemplo, un producto agresivo de inversión en renta fija, o invertir en activos digitales, que hacerlo sobre un depósito.

Por tanto, la primera pregunta siempre debe orientarse al tipo de inversor o ahorrador que quiere ser y a los servicios que el producto te va a proporcionar. Piensa que no será lo mismo seleccionar producto de aseguramiento que una inversión.

¿Quién me está ofreciendo este producto?

Desafortunadamente una cosa que ha traído el nuevo mercado financiero abierto a través de Internet es la proliferación de malas prácticas, ofertas poco éticas e incluso estafas y fraudes.

Para personas con poca experiencia en la inversión esto es un riesgo grave ya que nos podemos ver tentados por condiciones que nos parecen realmente atractivas, pero que esconden productos falsos o poco realistas. Esto es algo que se debe valorar y tener en cuenta en todos los casos.

Analizar quién me está ofreciendo el producto, cuál es la oferta y cómo son los servicios que me proponen es un elemento básico que siempre debe estar presente para tratar de distinguir falsas propuestas de propuestas legítimas.

¿Esto es lo que necesito?

Las propuestas basadas en los esfuerzos comerciales de los emisores son muy frecuentes. También las modas han llegado a los productos financieros y las tendencias a veces se imponen a criterios realistas sobre el producto financiero que se va a contratar.

Un buen ejemplo lo tenemos en las criptomonedas, que siendo un mercado interesante del que se puede obtener buenas rentabilidades, también es un mercado tremendamente complejo en el que se generan graves pérdidas.

Es importante preguntarse si uno está preparado para asumir los riesgos y el perfil de producto que se nos propone. Pero, sobre todo, para entenderlo y poder acompañar la inversión de manera clara y sólida durante todo su desarrollo.

¿Este es el dinero que realmente puedo invertir?

Esta sería la última de las preguntas que incluimos en este artículo (realmente habría más), pero, probablemente sea tan importante o más que las anteriores.

Determinar la cantidad de dinero con la que se va a operar en los mercados o en cualquier tipo de inversión o producto financiero es vital. Nunca se debe exponer más dinero del que realmente se puede perder en la inversión, por ello, es importante tras haber determinado el tipo de producto saber la cantidad de riesgo que asume y la cantidad de dinero que realmente podemos colocar en el mismo.

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